El tiburón longevo de Groenlandia


Este verano se asomó a los medios de comunicación de medio mundo el enorme tiburón Boreal, o tiburón de Groenlandia, generando llamativos titulares debido a su asombrosa longevidad. Nos dicen que este sorprendente animal es capaz de alcanzar nada menos que 400 años de edad. Así se desprende del estudio llevado a cabo por el grupo liderado por John F Steffensen de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, y publicado en una de las más prestigiosas revistas científicas, Science.

sciencePara llegar a esta conclusión los investigadores dispusieron de 28 ejemplares de Somniosus microcephalus hembra capturados por error durante labores de pesca llevadas a cabo en su hábitat natural, entre 2010 y 2013. Estos tiburones tienen un tamaño descomunal (de unos 5 metros), lo que unido a su lentísimo crecimiento (estimado en un centímetro al año) hacía ya presagiar una elevada longevidad, pero conocer la edad de los tiburones no resultaba fácil. De los 28 animales se hizo un primer análisis basado en la detección de elementos radiactivos procedentes de las explosiones nucleares a cielo abierto que se desarrollaron a mediados del siglo pasado durante la loca carrera armamentística que caracterizó a los tiempos de la guerra fría. Los investigadores usan ahora la detección de esos elementos radiactivos en seres vivos como si de un verdadero experimento de marcaje radiactivo a gran escala se tratase. Ese dato ya clasificó a los animales como anteriores o posteriores a 1960, el final de la época de los tests nucleares, mostrando que la mayoría de ellos, 25, ya eran mayorcitos cuando las explosiones nucleares retumbaban en la Tierra. Dos eran ejemplares jóvenes, nacidos con posterioridad a 1960, y uno nació justo cuando se estaban produciendo esos tests nucleares.

Para determinar con exactitud la edad de los animales los investigadores recurrieron a la datación con carbono-14. Esta es una técnica que resulta familiar cuando oímos noticias de descubrimientos de fósiles o utensilios prehistóricos, pero que quizás resulte extraño ver aplicar en seres vivos, puesto que los organismos vivos reciclan constantemente el carbono. Sin embargo, los investigadores echaron mano de un truco, analizar el contenido de carbono-14 presente en el núcleo del cristalino de los ojos, formado por células muertas y depositadas desde el nacimiento, por lo que su datación nos aproxima con bastante fidelidad a la fecha de nacimiento de estos animales. Los datos para cada animal se representaron junto con sus tamaños, lo que les sitúa en un punto de una gráfica que termina arrojando unas edades espectaculares.

Hay que aclarar que las edades determinadas por los investigadores son, por supuesto, estimaciones, que para edades más avanzadas son menos precisas. Pese a ello, la estimación para el animal más viejo analizado es de 392 +/- 120 años, un tiburón de 502 cm. El segundo animal más longevo tiene una edad estimada de 335 +/- 75 años y un tamaño de 493 cm. Estos datos convierten a esta especie de tiburón en el vertebrado más longevo conocido, superando a la ballena Boreal o de Groenlandia (Balaena mysticetus), que poseía el anterior récord con 211 años, aunque no desbanca al animal más longevo conocido, la almeja Arctica islandica, con un ejemplar datado en 507 años (para saber más podéis leer una entrada antigua de este mismo blog).

tiburon-boreal¿Cómo es posible que estos animales vivan durante tantísimo tiempo? ¿Qué tienen de especial? Bueno, parece que se trata de un nuevo ejemplo de cómo resuelven las distintas especies el trato evolutivo que debe decidir entre reproducción o longevidad. Cuando una especie se encuentra en un entorno cerrado, controlado, estable, en el que el acceso a la alimentación es constante y sencillo, escasean los depredadores y las condiciones ambientales permanecen inalteradas, evolutivamente prima la mayor longevidad, postergando la etapa reproductiva y reduciendo el número de crías. En este caso, el tiburón Boreal alcanza su edad fértil cuando supera los 400 cm, lo que extrapolando lleva a concluir que su fertilidad comienza a la tierna edad de 156 +/- 22 años. En el extremo opuesto están especies generalmente de pequeño tamaño, crecimiento rápido, reproducción temprana y periodos de vida cortos. Son además animales «lentos» y de entornos fríos, lo cual también se ha asociado a longevidades mayores.

Varios medios de comunicación me contactaron este verano a propósito del tiburón Boreal y, además de alguna de estas cosas que aquí menciono, les comentaba que pocos secretos podremos desvelar de estos animales que podamos aprovechar en nuestro beneficio. Pero sin duda sí nos ofrecen una lección. Ante aquellos que opinan que el envejecimiento es una consecuencia ineludible del paso del tiempo y que la materia viva de la que estamos hechos no nos permitiría perdurar muchos más años de los que las poblaciones humanas muestran, estos tiburones nos enseñan que la vida sí es compatible con longevidades extremas.

– El artículo original:

  1. Nielsen, R. B. Hedeholm, J. Heinemeier, P. G. Bushnell, J. S. Christiansen, J. Olsen, C. B. Ramsey, R. W. Brill, M. Simon, K. F. Steffensen, J. F. Steffensen. Eye lens radiocarbon reveals centuries of longevity in the Greenland shark (Somniosus microcephalus). Science, 2016; 353 (6300): 702 DOI: 10.1126/science.aaf1703

– Comentario en la propia revista Science:

http://www.sciencemag.org/news/2016/08/greenland-shark-may-live-400-years-smashing-longevity-record

– Esta noticia en los medios comentada por mi:

elpais.com

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